Picaflor plástico de urgencia
que en hombre robot
(macondo perro)
Procura una vida artificial
con postura 66.
Vibra!
Oda al vibrador
Oda al vibrador
Entre otros Andres Caicedo viajó mucho conmigo en esos seis meses. La intensidad de lo que él era se concentraba en las horas que pasabamos juntos en el carro. Me dejaba extenuado. Para Andrés, la salsa era lo máximo y no queríaoir otra cosa. Se apoderaba de la musica en el camino a un volumen que enloquecía y no dejaba descansar sino después de mucho suplicarle. Después de su muerte, ése quedó entre mis más lindos recuerdos de Andrés. Era un personaje único, de una inteligencia dificil de encontrar.
Era importante modernizar la ciudad y adaptarla a los cambios que han ocurrido, pero sobretodo se hizo como siempre, sin tener en cuenta la memoria y el tipo de diseño que exige este clima y este paisaje. Se acabó con el espacio de los peatones. Se pensaba fundamentalmente en los carros y en que la ciudad creciera hacia arriba. La imagen amable de una ciudad que creció lentamente entre el paisaje recibió un golpe muy fuerte cuando de repente apareció otra grande y alta sobre ella .
Foto: Leo Reynolds
Bonus Track:
El tema de los títulos de Clockwork Orange de Walter Carlos
The Mamas and the Papas - California Dreamin'
Trabajaba en estas series después de que terminaba otras labores de las que devengaba la subsistencia, y por lo mismo, desarrollé una mirada para la luz de la tarde y con ello para las sombras. Me gustaba fotografiar cómo se perdían las sombras cada vez más en lo profundamente negro y cómo se iba acabando la luz. Yo mismo me empecé a dar cuenta de que me gustaba el silencio de las imagenes y que ese silencio se soportaba en el negro, siempre acompañado de un misterioso punto de luz. Lo entendí y lo aprendí mientras fui trabajando y la que me mostró esos datos fue la cámara. He creído que esto también se debe a lo invadida de luz que es esta ciudad, que hace que uno busque algo oscuro. En Cali la fuerza del sol y de la luz hacen que uno entienda la importancia y la verdad de la sombra, en hechos tan simples como puede ser cambiar de acera para descansar del sol. Aquí siempre hay que estar adaptando los ojos al contraste, bien sea de la luz a la oscuridad o de la oscuridad a la luz.