Forrest Gump (1994), dirigida por Robert Zemeckis, a simple vista es una historia de amor enmarcada en la historia reciente de los Estados Unidos, pero una mirada más detallada nos permite advertir que en realidad nos muestra una relación del hombre con la sociedad norteamericana de finales del siglo XX. De la misma manera, La Naranja Mecánica (1971) dirigida por Stanley Kubrick, plantea la misma relación pero desde una perspectiva diametralmente opuesta.
En Forrest Gump vemos como un individuo con un bajo coeficiente intelectual, pero con mucho sentido común (el menos común de los sentidos) consigue innumerables logros en su vida, desde ser campeón de fútbol americano en la universidad, ganarse la medalla de honor por servir en el ejercito, viajar a China jugando ping-pong, hasta convertirse en millonario gracias a los barcos camaroneros. Esto me pone pensar (refiriéndome a la actual situación de EEUU) en que cualquier idiota con iniciativa puede llegar a hacer grandes cosas: astronauta, empresario, o incluso hasta presidente de la república. La secuencia de Forrest corriendo, seguido por un grupo cada vez mayor de personas, evidencia un país de imbéciles, en el que el más idiota es el líder y quienes lo siguen no saben ni siquiera porque lo hacen.
Tal vez Forrest Gump peca por intentar dar un mensaje moralizador de forma subliminal. El truco consiste en situar a un idiota que representa la inocencia dentro de una sociedad caracterizada por estar cada vez mas llena de antivalores, corrupción y maldad. Forrest es un niño que nunca crece, inocente y dueño de una filosofía de vida simple (heredada de su madre) que al confrontar esta sociedad, sin darse cuenta siquiera, da una lección de vida a quienes se cruzan en su camino, y quienes, victimas del sistema, han perdido la inocencia y los “buenos” valores. Forrest es el idiota porque no responde a las exigencias impuestas por el sistema. Es diferente, lo cual significa que debe ser expuesto a todo tipo de burlas.
Ahora bien, si Forrest Gump hace una crítica a la sociedad desde la inocencia, La Naranja Mecánica la hace desde la maldad. Kubrick no pretende dar una visión maniquea de la sociedad londinense ni dar lecciones morales de normas de comportamiento. Alex, cuyo nombre no es gratuito (A:sin – lex:ley) es un antisocial dentro de una sociedad bajo un régimen autoritario, quien usa la violencia para diferenciarse de los demás. La Naranja Mecánica es una sátira a la sociedad perversa en la que vivimos, a los abusos de la ciencia, del gobierno, de la prensa, al poder trasgresor que oscurece la mente y se alimenta de la mediocridad humana. Kubrick desarrolló esta historia de forma futurista, pronosticando la anarquía, mecanismo característico y perverso de la sociedad de hoy en día, representada satíricamente. En la actualidad, se evidencia el mismo fenómeno: el estado represor que corrige las “fallas” del sistema.
Las dos películas nos muestran sociedades masificadas, poco pensantes y nada críticas. Mientras que Forrest es un héroe por accidente, inocente e infantil, a quien su mamá lo inserta en la sociedad y que termina dando una lección a todos los que lo rodean; Alex es el antihéroe a quien sus padres le dan la espalda, que lucha contra una sociedad represora, quien se burla del sistema por medios violentos y que termina descendiendo a los infiernos de las instituciones estatales inglesas, para servir de ejemplo a toda una nación.
La secuencia final (Alex cabalgando sobre una mujer) es un poema a la resistencia y a la rebeldía. Es por medio de esta, que nos damos cuenta que todo el adoctrinamiento y las técnicas de reprogramación mental, han sido en vano y que el hombre, una vez más ha vencido al sistema.
En Forrest Gump vemos como un individuo con un bajo coeficiente intelectual, pero con mucho sentido común (el menos común de los sentidos) consigue innumerables logros en su vida, desde ser campeón de fútbol americano en la universidad, ganarse la medalla de honor por servir en el ejercito, viajar a China jugando ping-pong, hasta convertirse en millonario gracias a los barcos camaroneros. Esto me pone pensar (refiriéndome a la actual situación de EEUU) en que cualquier idiota con iniciativa puede llegar a hacer grandes cosas: astronauta, empresario, o incluso hasta presidente de la república. La secuencia de Forrest corriendo, seguido por un grupo cada vez mayor de personas, evidencia un país de imbéciles, en el que el más idiota es el líder y quienes lo siguen no saben ni siquiera porque lo hacen.
Tal vez Forrest Gump peca por intentar dar un mensaje moralizador de forma subliminal. El truco consiste en situar a un idiota que representa la inocencia dentro de una sociedad caracterizada por estar cada vez mas llena de antivalores, corrupción y maldad. Forrest es un niño que nunca crece, inocente y dueño de una filosofía de vida simple (heredada de su madre) que al confrontar esta sociedad, sin darse cuenta siquiera, da una lección de vida a quienes se cruzan en su camino, y quienes, victimas del sistema, han perdido la inocencia y los “buenos” valores. Forrest es el idiota porque no responde a las exigencias impuestas por el sistema. Es diferente, lo cual significa que debe ser expuesto a todo tipo de burlas.
Ahora bien, si Forrest Gump hace una crítica a la sociedad desde la inocencia, La Naranja Mecánica la hace desde la maldad. Kubrick no pretende dar una visión maniquea de la sociedad londinense ni dar lecciones morales de normas de comportamiento. Alex, cuyo nombre no es gratuito (A:sin – lex:ley) es un antisocial dentro de una sociedad bajo un régimen autoritario, quien usa la violencia para diferenciarse de los demás. La Naranja Mecánica es una sátira a la sociedad perversa en la que vivimos, a los abusos de la ciencia, del gobierno, de la prensa, al poder trasgresor que oscurece la mente y se alimenta de la mediocridad humana. Kubrick desarrolló esta historia de forma futurista, pronosticando la anarquía, mecanismo característico y perverso de la sociedad de hoy en día, representada satíricamente. En la actualidad, se evidencia el mismo fenómeno: el estado represor que corrige las “fallas” del sistema.
Las dos películas nos muestran sociedades masificadas, poco pensantes y nada críticas. Mientras que Forrest es un héroe por accidente, inocente e infantil, a quien su mamá lo inserta en la sociedad y que termina dando una lección a todos los que lo rodean; Alex es el antihéroe a quien sus padres le dan la espalda, que lucha contra una sociedad represora, quien se burla del sistema por medios violentos y que termina descendiendo a los infiernos de las instituciones estatales inglesas, para servir de ejemplo a toda una nación.
La secuencia final (Alex cabalgando sobre una mujer) es un poema a la resistencia y a la rebeldía. Es por medio de esta, que nos damos cuenta que todo el adoctrinamiento y las técnicas de reprogramación mental, han sido en vano y que el hombre, una vez más ha vencido al sistema.
Foto: Leo Reynolds
Bonus Track:
El tema de los títulos de Clockwork Orange de Walter Carlos
The Mamas and the Papas - California Dreamin'