Rojo, Amarillo, Verde... Agáchese y me la muerde

Parodiando el título de una sátira de Jonathan Swift, tengo una modesta proposición para el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez. Dado los altos niveles de desempleo y el aumento desmesurado de la economía informal en el país (leáse: más gente vendiendo bienes y servicios en los semáforos) propongo, modestamente claro, que el presidente Uribe lance una campaña para instalar más semáforos y así reducir el desempleo en el país.La idea de ocupar un sector de la población que se encuentra ocioso, mediante la instalación de más semáforos, tiene varias ventajas que menciono a continuación:

1. Se cubrirían las demandas de los conductores de una mejor forma. Así, si usted quiere alquilar una película o un libro lo puede hacer y se pueden devolver en cualquiera de los semáforos de la red que instalaría el presidente.

2. Usted puede comprar, digamos un aguacate o un mango que compró a la carrera porque el semáforo ya estaba cambiando a verde y posteriormente se da cuenta que este estaba podrido o no es de su agrado, se puede quejar en cualquiera de los semáforos y en caso tal, se le cambia.

3. Ahora, además del limpiado de vidrios se ofreceran otros servicios, chequeo de aceite, incluido el golpe con un palo de madera a la llanta para comprobar que esta se encuentra con la presión adecuada, y en caso tal de que no tenga la presión reglamentaria, los semáforos vendrían con una bomba para inflar.

4. Al aumentar la oferta de semáforos, los precios de los servicios caerían, permitiendo que más personas puedan acceder a los beneficios de los, mejorados semáforos.

5. Los espectáculos callejeros ofrecerían mas variedad y se podrían hasta representar pequeñas obras de teatro, aumentando el tiempo de espera en cada semáforo, llegándose a ver el segundo y tercer acto de la obra en los semáforos subsecuentes.

6. los niños ya no robarían sino que tendrían semáforos dónde aprender lo mas importante de la vida, para que sean productivos desde temprana edad y cotizando a la seguridad social, de tal manera que se puedan jubilar a los 30 años.

Como ven, las ventajas son innumerables. Todos ganan: los vendedores, los conductores (quienes ya no se desesperarán en los atascos, gracias a la diversidad de opciones de entretenimiento), el presidente (dada la reducción de la tasa de desempleo), etc. Entonces, señor presidente: ¿Por qué gastar dinero en armas? ¡Gástelo en semáforos! Para que la próxima vez que el semáforo se ponga en verde no le digan "agáchese y me la muerde"